Vetusta Morla: La Deriva del anarquismo

Luego de un epílogo nostálgico, finaliza -el por ahora- último disco de Vetusta Morla, llamado La Deriva. Los comentarios han sido positivos hasta el punto de hablar sobre un fenómeno Vetustaniano. ¿Eso significa que este disco sea un éxito comercial o es que el público consciente e inconsciente cree en el anarquismo como solución para los problemas del mundo, o en este caso, de España?

Se entiende por anarquismo como el quebrantamiento de toda autoridad en una sociedad dispareja e injusta en todas las áreas que pueda estudiar una ciencia social. Se propone el trabajo colectivo como himno que materializa un ideal cooperativista, libre, colectivista, humanista y justo. Eso, sin nombre y apellido, se puede interpretar en el disco.

Sentimientos encontrados, esperanza, unión y solución son palabras que se repiten mentalmente al escuchar el material de este grupo español. El guitarrista melódico, Juanma Latorre, afirma en una entrevista de Europa Press que el filtro de este material musical proviene de una palabra versátil en prácticas diferentes. “Utilizamos La Deriva como un término polisémico”, pero se puede interpretar que la banda mostró un rostro rebelde, consciente y filántropo.

La Deriva es un ideal que comparte valores anarquistas como el despertar de la consciencia que llama al pragmatismo ante una situación que intente apaciguar a un individuo inmerso en el desespero gracias al conservadurismo de diferentes caras como la política, sociedad, cultura, etc.

 La banda en muchas entrevistas ha manifestado que en el disco no solo se refieren a lo político y social. Esto puede traducirse como un incentivo a hacer política libre y humana como razón del todo real. “Es una fuerza que te lleva a un escenario que tu no esperabas estar en un rumbo desconocido del que posible pensaste negativamente y positivamente, siempre tienes sentimientos encontrados”, dijo Guillermo Galván guitarrista rítmico.

Teoría de La Deriva

 Es evidente que el contenido musical de este disco se inspiró en la teoría de La Deriva, de Guy Debord en 1958. Él fue uno de los fundadores de la Internacional Letrista (1952-1957) e Internacional Situacioncista (1957-1972), movimientos artísticos y filosóficos franceses que rechazaban la dominación del status quo en esas décadas.

 En 1953 surgió la Psicografía, propuesta ofrece una nueva ciudad donde todos vivieran en sus parcelas de realidad. Busca además entender los efectos y las formas del ambiente geográfico ligadas a la emoción y comportamiento en individuos. “La deriva es una estrategia psicográfica que afirma un comportamiento lúdico-constructivo que la opone en todos los aspectos a las nociones clásicas de viaje y de paseo”, opina Debord en el texto.

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Guy Debord.

El azar es un punto importante en La Deriva, es asumir que parte de una idea simple como caminar sin objetivo específico. “La acción del azar es conservadora por naturaleza y tiende en un nuevo marco, a reducir todo a la alternancia de una serie limitada de variantes y a la costumbre”.

 Los azares son diferentes a los del paseo, sin embargo hay un riesgo: lo que se descubre en el camino puede fijar al sujeto a volver y otra vez a ese mismo rumbo. La duración de cada viaje es por jornada y se recomienda no realizarlo en las últimas horas de la noche. “Esta duración media tiene valor estadístico, sobre todo porque raramente presenta en toda su pureza al no poder los interesados evitar al principio o fin, distraer una o dos horas para dedicarlas a ocupaciones banales”.

 A través de esta estrategia, como la domina Debord, se busca transformar el urbanismo y la arquitectura. Además reforma la frontera. “El cambio más general que propone es la disminución constante de esos márgenes fronterizos hasta su completa supresión”.

La Deriva, para los integrantes de Vetusta Morla, es Ilusión y esperanza. Una condición inesperada. “Las crisis que vivimos tienen consecuencias positivas como empatía de la gente, unión y pensar en conjunto para sacar las cosas hacia adelante a través de una comunicación en nuestros barrios, calles y ciudades con algo positivo porque si no, nos hundimos en la miseria, el naufragio nos ha afectado a todos”.

 Análisis de las letras

La primera canción es el título homónimo del disco: La Deriva. En el video lyric de Youtube se puede apreciar a un sujeto que corre en dirección contraria, connota huída de algo o alguien. Sin embargo la canción finaliza con un salto irreverente: “habrá que inventarse una salida, ya no hay timón en La Deriva”, se enfrente al verdugo y se entrega a la esperanza vivir en deriva.

Este elemento es imprescindible al hablar sobre anarquismo. Ese “azar” que representa la deriva se confunde con el caos de la anarquía. ¿Acaso desprenderse de un modelo no es enfrentarse a un período de procesos definidos e indefinidos que conllevan un fin? ¿Son un desorden ordenado o viceversa?

Golpe Maestro es el atraco perfecto que el status quo le propicia al individuo. “Fue un golpe maestro quitarnos la sed”, esta frase es muy rousseauniana. Una interpretación cercana a la del derecho del más fuerte. “Convengamos, pues, en que la fuerza no constituye derecho, y que únicamente se está obligado a obedecer a los poderes legítimos”, dice este filósofo francés en su obra El Contrato Social. Sin embargo, la imagen musical aclama por una revolución social: “Ya pueden correr”.

Esta canción es el reconocimiento del débil. Es decir, reconoce que es débil y no quiere serlo. Al finalizar desafía al fuerte con estas palabras: “Fue un atraco perfecto, excepto por esto: nos queda garganta, puños y pies. Nos fue un golpe maestro, dejaron un rastro, ya pueden correr, ya vuelve la sed”, el personaje del videolyric avanza hacia adelante hasta la próxima historia.

La mosca en tu pared es la siguiente canción. Es una oda a la infiltración. La metáfora del insecto que observa pacientemente para un fin no precisado en el tema. Esta interpretación parece descontextualizada ¿pero vigilar sin objetivo? Por supuesto que no. Si algo se vigila es por deseo que un sistema funcione o mejor aún: destruirlo. “Me susurraste que al despertar siguiera allí, para escucharlo todo, sin confesarte modo de ser testigo en tu festín”. Algo poco moral es la respuesta. ¿Qué no es moral?: el anarquismo y la deriva, de eso el testigo se arma para vigilar al verdugo.

El fuego fue un descubrimiento del homo erectus hace unos cuantos años ya. Aún representa poder como en aquel entonces. Algo que en la canción Fuego, siguiente del disco, nos quiere decir: “Alguien olvidó que lo guardo yo”. Es una frase interesante que enlaza la necesidad de apoderarse de la realidad con la impresión de lo superfluo cuando no hay interés de aceptarlos como partes de una vida. Nosotros lo guardamos, en otras palabras: somos capaces de ser poderosos como el ímpetu, siempre y cuando no haya quemaduras.

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Uno de los numerosos recitales acústicos de la banda.

Fiesta Mayor es la siguiente. Al comienzo se aprecia un sustantivo: El Fin del Mundo, quien se ha ido sin decir nada. Mientras tanto los periodistas buscan información. En la investigación le dicen que “mucha pista y poco baile”. Nada ni nadie se quedan sin lugar. La ausencia del poder se presenta pero “todo encaja en su lugar”. Esta canción dedica la fiesta mayor como la celebración de la caída de la jerarquía. “Se fueron, no hay nadie, ni el sheriff ni el alcalde, se fueron, no hay nadie y la orquesta sin cobrar”.

Alto! Es una canción dedicada a los desahuciadores en España. De hecho, Pucho, el vocalista, durante el concierto de La Riviera, en Madrid, expresó que todas las personas que por unos u otros motivos dejan a la gente sin casa, son merecedoras de este tema, las critica profundamente a través de un hilo narrativo bastante suave y poético. “Para todas aquellas personas están implicadas en dejar a la gente sin casas. Y para todas y cada una de esas lágrimas que no aparecen en sus mejillas”, finaliza la presentación para luego interpretarla ante el público madrileño.

La siguiente es La Grieta. En el inicio de este tema mencionan un mundo que aclama un castigo, un insulto, una grieta, un vendaval y un final. ¿Qué papel juegan estos elementos en la frase? La ley castiga, lo trivial insulta, un daño leve deja grietas, un vendaval trae tormentas y el final es el inicio de otra realidad. La canción concluye que estas palabras se cumplen (sin especificar cómo y por qué), pues el mundo pide otra oportunidad. Estaafirmación se presta para interpretarlo desde muchas perspectivas: a pesar de haber una equivocación, siempre se pedirá clemencia por la imperfección del ser humano.

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La música de Vetusta Morla es una muestra de lo que es La Deriva

Pirómanos es violenta en música y letra. El fuego también ha sido utilizado como un arma ancestral que aún el hombre contemporáneo teme y utiliza para su propia ruina. “Solo ruido y sudor, sólo paz”, es una frase destructiva. Es imprescindible destacar que España es un país de incendios. Según un reportaje de El País, se registra al año miles de fuegos intencionados, pero solo se condena a un centenar de los autores. La banda no lo dice directamente, pero no es incongruente señalar que la piromanía es un problema acentuado en esa tierra.

En Las Salas de Espera hay dos palabras claves: paciencia y rostro. El estructuralismo es un ejemplo. Las instituciones sociales manejan un discurso de expectativa que el necesitado, sin opción alguna debe ejercer para sobrevivir en el sistema institucional, la “objetividad” actuada por individuos que entregan su tiempo y vida para trabajar en pro de una maquinaria sin rostro, “nadie es de ningún lado”. La burocracia es la hija de esta teoría practicada. Incluso se pueden comparar con las salas de los bancos en España, cuya deuda no se puede zafar, “nadie pueden salir, nadie quiere entrar, no hay ida y vuelta”.

Cuarteles de invierno es uno de los temas con más posibilidades de interpretar. El desapego de las cosas es una de ellas. La apropiación de una materia (humano o no) juega un papel importante en la lirica. “Fue tan largo el duelo que al final casi lo confundo con mi hogar”, dice la frase última de la canción como moraleja: el algo es algo necesario para superar, si se acostumbra ello, el problema será parte de una rutina seca e insípida.

Tour de Francia escenifica una isla que representa cualquier lugar cálido pero cerrado ante el mundo. “En la playa y con honores enterramos los relojes, funeral por el despertador, Luego, en un corcel ciclista damos vueltas a la isla y no hay podio para el vencedor”. Se desconoce por qué la banda utiliza una de las mayores competiciones del deporte internacional como concepto, se puede revisar algunas variables como sol, pelotón, y diarios del 86; en esa época ganó Estados Unidos por primera vez tal encuentro ciclístico.

Sonata fantasma es la canción final del disco. Cada palabra traslada al melómano a diferentes imágenes relacionadas al tiempo conceptualizado por el reloj que marca las horas mientras los elementos vivos son afectados por el pasar de la aguja de los minutos. “No volverá, no se fue jamás, cada recuerdo será un desertor, quizás un error”. ¿Por qué un error? Algunos actos del pasado merecen olvido y avance, como la política mundial de mandar y ser mandados, se debe entender que representa el pasado y el ahora es hoy.

El comienzo de La Deriva vivió su final con un “Fin de la temporada”, como referencia a su sencillo Puntos Suspensivos, una de las canciones que se convirtieran en el epílogo de este disco de Vetusta Morla, el tercero por ahora por ser exactos. “Adiós queridos, guardaos bien que viene el frío, ya nos veremos por allá”. La frase es acompañada por colores vivos como el amanecer. En el concepto del resto del disco se aprecia el blanco y negro, pero esta vez La Deriva corre hacia adelante: habrá que inventarse una salida.

En Profetas de la mañana, segundo single, se siente el viento anarquista. “Que ardan los ministerios, que ardan las embajadas”. Es un grito de hastío ante la crisis mundial que azota a los pueblos al darse cuenta que el medio es el mensaje, como diría Mcluhan, en el ámbito político esta teoría es plausible precisamente por quienes crearon el sistema político universal mal llamado democracia. La canción culmina con un mensaje esperanzador como la deriva misma a pesar que indirectamente acepta el camino como apenas un comienzo.

Ya será hasta el próximo disco que se pueda apreciar una nueva obra de Vetusta Morla. Se espera que la ansiosa industria musical no clave sus garras sobre este concepto que sabe andar solo y sobre todo: cautivar, enamorar, emocionar y despertar a una comunidad que poco a poco se da cuenta de lo que le circunda.

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